El hombre es celoso si ama, la mujer también, aunque no ame.
(ImmanuelKant)
Son las 10:30 am de un día cualquiera de hace doce años, la mañana
en la oficina ha transcurrido tan dinámica como de costumbre entre los problemas
cotidianos con la Aduana, documentos insatisfechos por parte
de proveedores, que si a tal Naviera no se les ha pagado el flete. En fin
, lo rutinario .
Rinnnnnng, rinnnnng
Suena el telefax de la oficina, en pantalla veo reflejado un número tan
familiar que resultó ser el de casa de mi hermano, descuelgo y del
otro lado siento a mi cuñada alterada.
_Mira, esto es lo único que no le perdonaría a tu hermano.
(me suelta de corrido)
Estoy como loca y no atino que hacer, pero hoy Norberto Téllez
va a saber quién es Norma Barrios.
_ ¿Me quieres explicar que ha pasado mujer?
_Tú sabes como soy yo que reviso todos los bolsillos de los
pantalones de tu hermano antes de lavarlos, ¿y sabes que me acabo de
encontrar?, dos tickets de cine.
_Mujer, pues seguro que eran nuevos y te quiere dar la sorpresa.
(le dije como para suavizar)
_Nooo, nada de nuevos, están caducados y yo no recuerdo haber ido
al cine desde hace tiempo.
Pero esto si no lo paso yo eh, lo primero que le advertí
a Norberto cuando nos casamos fue que aguantaría cualquier cosa menos
convertirme en una "tarrúa".
-Normita, debe haber una explicación ... (la trato de calmar,
mientras tanto, chequeo facturas del puerto)
Mi hermano es muy tranquilo, vive para la casa y te ha sido fiel.
-! ¡¡Lo que es un zorro !!Eso si es! Ayayay, pero cuando
llegue ......mira, no sé si recoger mis cosas …me he tomado dos meprobamatos
para calmarme.
-Mejor espéralo y conversa, por favor, recuerda tus dos años en
psicología. ¿Es que no te ayudan en nada?
Mientras me dirijo a la otra ala del pasillo, voy pensando
en lo sucedido y encuentro otra buena razón para mantenerme sola. Cuan
distante estaba de todo ese embrollo. Si algo bueno tiene la soledad, es que no
te da muchas preocupaciones, me daba auto consuelo en esos años.
Mi cuñada tenía una bella melena castaña que cuidaba con celo, no
tenía la obligación de teñirse porque no heredó canas, pero siempre se quejaba
de sus dientes flojos y sus débiles encías. Yo para animarla le decía, ponemos
mi cabeza canosa y tu boca sin dientes y ya tenemos la Vieja Perfecta.
_Cuñi, no te preocupes, ahora tu hermano lo único que sabe es reírse
de mi porque yo no me acordaba que habíamos ido a ese cine, ay, que cabeza
la mía, pero, muchacha! ¡qué clase de susto he pasado!, hasta me faltaba el aire y
todo; …bueno, te dejo para que sigas trabajando.
Te quiero muchooo…
Pero espera no cuelgues,
Este Domingo a la tarde vienes a casa, yo voy a preparar una
ensaladilla de esas que te gustan tanto, las hago de coditos, hago una rica mayonesa,
les pongo pepino en curtido, aceitunas, queso y mucha cebolla y además con petit
pois y todo. Y aquí tenemos una botellita de Vino Blanco y unos tamalitos que
me quedaron de la otra noche y saco del congelador.
-Me parece perfecto, yo tengo jurel que vino a la bodega y con eso
hago las croquetas que me quedan especiales con su poquito de leche, pimienta,
cebolla y nuez moscada que les pongo.
Además, creo que me queda ron blanco en casa y con una lata de
leche condensada preparo una buena Crema de Vie casera.
Y es que en el trópico se vive el amor más pasional y menos reflexivo. ¿A cuántas millas luz estamos de los flemáticos ingleses, los reflexivos alemanes o de los hospitalarios esquimales? En fin, de todo el robótico, desarrollado y convulsionado mundo.
Será que como se dice ...los cubanos son
capaces de ofrecerlo todo, excepto la mujer y su carro.
Pero son las féminas en esta época quienes aventajan a los hombres en ese mundano sentimiento, no pocos varones se regocijan de haber desertado a tiempo del amor de alguna amante antorcha que los amenazaba en convertirlos en chicharrón, ante la más mínima señal de infidelidad.
Y no es culpa nuestra.
Somos el resultado de un amasijo de olores y colores
donde el negro, el cobrizo, el amarillo y lo blanco, se
juntan formando una masa febril y ardiente.
Quinientos años fundiéndose pieles, cabellos culturas, comidas, caldos,
idiomas y dialectos. Se han mezclado dioses y santos, corazones y sangre,
dejando plasmado como trazo final la más loable obra,
nuestra identidad.
Fin de la I parte
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