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viernes, 3 de mayo de 2024

Cuba no es pais para viejos

 


Ancianos constituyen el único grupo poblacional que crece en Cuba

Los expertos consideran que esta dinámica demográfica “está caracterizada por una alta incidencia de la pobreza, aguda inequidad social, baja cobertura de la seguridad social y probable tendencia hacia el deterioro de las redes de apoyo familiar”.

Yo aportaría la fuga de profesionales y gente "joven" en busca de oportunidades que no encuentran en su  país

'Un litro de aceite o cinco libras de azúcar': lo que puede comprar la pensión de un jubilado cubano

'Nos estafaron, y lo peor es la humillación de tener que depender de otros teniendo una jubilación', dice un extrabajador de la gastronomía estatal.

Tomado de ddc

Ignacio trabajó 42 años como gastronómico y desde hace 14 años está retirado. Su jubilación es de las más bajas de Cuba, poco más de 1.500 pesos. "Ahora mismo lo único que puedo comprar con eso es un litro de aceite o cinco libras de azúcar. ¿Y lo demás con qué lo compro?", se pregunta.

"Se suponía que uno trabajaba toda la vida y aseguraba la vejez con la jubilación, pero resultó mentira. Nos estafaron, y lo peor es la humillación de tener que depender de otros teniendo una jubilación. Yo siempre estuve orgulloso de mantenerme por mí mismo y creí poder siempre, pero ahora soy 'vulnerable' y necesito que mis hijos o en la iglesia me regalen las cosas, porque lo que gano perdió todo el valor, no me da para nada. Nos engañaron", lamenta.

Amaury es un extrabajador de la Salud, del área de Higiene y Epidemiología, e igualmente se siente engañado: "Trabajé 45 años antes de jubilarme, pero no me retiré, seguí contratado en la docencia por siete años más. Lo di todo por el sector, y ahora ya no puedo trabajar más por problemas de enfermedad. Los 3.100 pesos que gano se me van como agua, no me alcanzan ni para una semana", explica.

"Los precios andan en las nubes y tanto los salarios como las pensiones siguen igual, estáticos, como si nada hubiera cambiado. Al Gobierno no le importa cómo vivimos, ni con qué. Es una falta de respeto, y de una pila de cosas, que después de trabajar toda la vida te quedes sin jubilación. Porque es lo que sucede, ¡perdimos la jubilación!, porque esa miseria y nada son la misma cosa. Si tuviera salud me ponía a trabajar de nuevo con los particulares porque lo necesito, pero no puedo".

Los jubilados y pensionados son dos de los grupos sociales vulnerables más golpeados por la agudización de la crisis general de Cuba. Tienen que enfrentar la inflación, que es cada vez más de"Este país se hundió ya. No hay medicamentos, los hospitales no sirven, la comida que aparece es carísima y no tenemos un Gobierno que se preocupe por la gente, al contrario, te deja en la miseria con sus propios inventos. Envejecer aquí en Cuba es un calvario; un país como este, que era 'una taza de oro'".

El salario promedio en Cuba es de 4.000 pesos, lo que representa poco más de 11 dólares en el cambio informal, que es por el que se establecen los precios minoristas. El salario mínimo es de apenas 2.100 pesos, unos seis dólares para todo un mes. Sobre esa referencia, la pensión mínima por jubilación es de 1.528, apenas cuatro dólares, y como promedio no excede los diez dólares mensuales.

En vez del salario o las pensiones ganadas durante toda la vida laboral, son las remesas enviadas desde el exterior, principalmente desde Estados Unidos, la fuente principal de sustento de aproximadamente la mitad de las familias cubanas. Pero el otro 50% existe, y padece todo el peso de la crisis.

Cada vez son más frecuentes los ancianos pidiendo limosna en lugares públicos, o rebuscando en la basura, o revendiendo periódicos y cigarros para sobrevivir. Y cuando se indaga, la inmensa mayoría tiene una pensión que no le alcanza para casi nada. Una triste realidad en la que no se trata solo del dinero que no alcanza, sino también de la condición sicológica de personas que deberían tener seguridad económica y terminaron estafadas por el Estado-Gobierno, viviendo en condiciones paupérrimas.



Las arrugas del espíritu nos hacen más viejos que las de la cara.

Michel de Montaigne