Polvo, mucho polvo
"Yo soy de los que piensan que incluso personas que creen que le han dicho adiós definitivamente y han cortado todos los lazos, siguen teniendo algo que ni ellos saben que lo tienen y es un sentimiento de pertenencia. Fíjate que, en este caso, la gente logra confundir y politizarlo todo, y yo me siento muy alejado de los extremos: yo creo que los sentimientos van mucho más allá de eso", dijo.
"Y creo que los sentimientos del lugar, con quién te relacionaste, qué amigo tuviste, qué novia tuviste, o qué tipo de relación estableciste con tu propia vida, con el lugar donde tú naciste, es algo orgánico, natural e inherente a cualquier ser humano. Y yo creo que ese lazo, mucho más si eres isleño, es casi irrompible. Yo no voy a negar que pueda haber algún caso de ruptura realmente definitiva, pero a mí me parece casi imposible. Yo llevo 32 años fuera de Cuba y verdaderamente ahí está la Isla, ahí están mis memorias, ahí está la Orquesta Melodía del 40, mis primeros amigos, mi barrio de Luyanó, todo lo que viví en Santo Suárez, incluso los malos momentos, porque los recuerdos se nutren de malos momentos, de buenos momentos, de alegrías y de tristezas. Es el lugar donde tú has hecho tu vida. Hay personas que no se dan cuenta, pero siempre lo tienes dentro", dijo el cineasta, que define a la nostalgia como un importante punto de anclaje de Adiós Cuba.
tomado de El Diario de Cuba