Raúl Castro y el narcotráfico:
Un excapo revela detalles de los negocios del Cartel de Medellín en Cuba
'El dinero y el poder que acumularon los narcos colombianos en los años 80 no hubiesen sido posible sin la complicidad de los gobiernos de Cuba, Panamá, Nicaragua y Bahamas.
El exnarcotraficante cuenta por primera vez cómo eran las relaciones de los llamados "extraditables" con los gobiernos de Cuba, Panamá, Nicaragua y Bahamas, los que recibieron millones de dólares para traficar sin contratiempos droga colombiana con destino a Estados Unidos, publicó la revista Semana.
Los detalles están en el libro Vida y muerte del cartel de Medellín, de Penguin Random House, que ya está a la venta en librerías de Colombia.
El excapo dijo que fue testigo de cómo estos regímenes se sentaron en la mesa con narcotraficantes y recibieron millones de dólares que producía la cocaína.
"Los militares cubanos, al mando del general Ochoa y el oficial Tony de la Guardia, bajo instrucciones directas de Raúl Castro, se hacían cargo de la mercancía, custodiándola para posteriormente embarcarla en lanchas rápidas, tanqueadas con gasolina por cuenta de los cubanos, con destino a Estados Unidos, entrando por Cayo Hueso", dijo Velásquez.
En una operación de limpieza de imagen, en 1989 el régimen llevó a un tribual militar acusados de vínculos con el narcotráfico a De la Guardia, a Arnaldo Ochoa, al capitán Jorge Martínez Valdés y al mayor Amado Padrón Trujillo. En la mañana del 13 de julio de 1989 los cuatro fueron fusilados en La Habana y su ejecución fue anunciada horas después por la televisión oficial.