A la memoria de Ondina
1-1 1926- 20-1 1983.
En Cuba , pocos días en el año se comparan al segundo domingo de mayo, “Día de las Madres”.
Domingo de rosas, príncipes negros, orquídeas y girasoles, ruidoso amanecer con silbatos de carteros, rutinarias postales, pasos que vienen y van , familias que llegan y van ,manos que llevan y traen , en tanto las más avizoras y precavidas portan orgullosas embadurnadas panetelas , las más rezagadas se mantienen a la caza lenta y tardía , de algo útil para celebrar .
Afloran radiantes botellas de Viña 95 y Fortín , que, junto a la casera piña colada, la empalagosa Crema de Vie, la siempre atrevida menta, y quizás, alguna afortunada Guayabita del Pinar, completan el ajuar dominguero.
_! Felicidades!
_! Felicidades! Escuchas de los vecinos, los hijos, la familia, los padres, la suegra, los amigos, los conocidos , los niños, los viejos, los perros, los patos.
_! Felicidades! Le dices a las vecinas, a la madre, a la hermana, cuñada, tía, amiga, enemiga, a la suegra, a la gata.
Esos segundos domingos de Mayo solían ser aún más animados en el pasado , solían llegar con finas bomboneras y caramelos rellenos de trópìco , con abuelas regalonas , tíos complacientes, casas invadidas de hijos ,de nueras , de niños , de diablos. Cocinas bullangueras , paellas reservadas , moscas no invitadas,heladeras agredidas.
Eran despertares mañaneros con carabanas de guaguas y flores destino cementerio, eran tardes de replicantes dominós, sobrinos irresistibles, presumidas primas, sobremesas acaloradas y complicadas despedidas.
Esos segundos domingos de Mayo solían ser más confortables en el pasado , solían ser únicos, inolvidables, casi perfectos, bordados, imperecederos, solía estar yo, allí,…con mi mamá.
!Felicidades a todas las que se sientan madres!
seguro que ya lo ha leido allá arriba, entre los angeles
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