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lunes, 17 de septiembre de 2018

Tribulaciones de un Habanero en la Habana


Por Jose Luis Diez Galván

Quien diga que en Cuba la gente se aburre , no le creas ,,,, aquí desde que te levantas estás en la zozobra de estar haciendo algo ilegal.
Todo comienza en el momento de abrocharte los zapatos , después viene que se te rompió algo y te devanas los sesos en como resolver el hecho o en el financiamiento necesario . Luego te enteras que vino la jamonada (que no sirve pero igual la tienes que coger) . Así que se te olvida la “rotura” que tienes en el hogar , esa ya la tienes. Fuiste de los primeros por ser a pesar de todo un madrugador, la metes en el refrigerador y ves que no hay corriente . Entonces temes ir para el trabajo y que no venga la energía para enfriar la jamonada que de por sí ya lleva muchas horas fuera de la temperatura adecuada.
Te arriesgas , la dejas en el congelador para que tome el remanente frio que aún queda y con la esperanza que pongan la electricidad en algún momento y no se deteriore ese misterioso embutido de misteriosos ingredientes .
Sales para la parada y luego de más de media hora esperando llega el transporte de ganado , digo, Urbano.
A duras penas los puedes tomar ,, te encierras con hermeticidad gracias que a tus espaldas una compuerta fuerte y enérgica te comprimió contra un gordito sudoroso que se burla de tu incomprendida heterosexualidad.
…. Y te bajas.
Ya en el trabajo te espera una reunión para resolver la nada y pedir quedarte como estas a pesar de promesas que todo irá mejor .
Lo peor de todo es que quieres creértelo , pero la amarga experiencia de años tras años te hace ver la realidad tal cual es.
Se termina la jornada laboral sin penas ni glorias. No pudiste almorzar , al Jefe a esa hora se le ocurrió que entregaras un informe que ya le has hecho infinidad de veces , pero esta vez es para el Ministerio y tiene que ser para ¡”ya”! ,,,lo repites , él no se da cuenta ,,, lo ha tenido muchas veces en sus manos pero nunca lo ha leído .
Finalmente las 5 de la tarde, haces el recorrido a la inversa , lo que es lo mismo a iguales penurias pero más "perfumadas".
Llegas a tu morada , quieres descansar con la ultima colada de café que te queda en la despensa , pero te enteras que en el mismo local que te despacharon la jamonada en la mañana, llegaron los huevos y aunque te resistas con estoicismo a disfrutar primero de ese oscuro nectar , la impaciencia de que se acaben o haya mucha cola o que el dependiente se vaya antes de tiempo, no te deja saborearlo .
Te apuras , se te quema la lengua por apresurado ,, coges la libreta de desabastecimiento y te diriges al nauseabundo lugar, se te olvidan tus cigarros pero ya no puedes virar ,,,, una muchedumbre con la cual no quieres ni tienes ánimos para compartir te espera ,,,,,, pronuncias la ritual pregunta ¿ quién es el ultimo?
En esa masa informe que para nada se parece una cola , no parece el susodicho último , te sientes ignorado , carraspeo , sabes que tienes que repetir la pregunta pero esta vez mas alto ,,todos conversan y están inmersos en charlas par matar el tiempo y tienes que llamar la atención y esta vez lo haces con decisión y determinación “ POR FAVOR ¿QUIEN ES EL ULTIMO? Al fin una señora en la plenitud de su indeterminada edad y con una ajustada blusa de tirantes que se le ven las tiras del sostén enroscadas y empercudidas , te responde con un masticado de chicle :” soy yo compañero” …. Casi te sorprendes preguntando con otro ritual de las colas ¿ y detrás de quien va? , pero frenas a tus impulsos y te quedas callado.
Y pasaron una, dos , tres , cuatro , cinco , seis ...siete semanas ... y al fin te llega el turno y sales triunfante.
Llegas a la casa con tu trofeo , aún así nadie te lo reconoce.
Solo has cumplido con tu deber, pones los huevos sobre la meseta de la cocina y destapas la cafetera con la esperanza de que aun quede algo de café ,,,, pero esta vacía , tratas de pelear y de injuriar y acusar de desconsideración, pero apelas al Yoga...UMMMMMM.
Para ser justos , ya tomaste tu porción aunque no la hayas disfrutado .
Así que te conformas con un vaso de agua y fumarte un cigarrillo y esperar a disfrutar de la jamón nada , pues los huevos serán para mañana.


Editado por mi

sábado, 16 de junio de 2018

Llueve en mi extranjero tejado,y yo huelo tierra colorá

Por José Luis Diez Galván
   
Estoy en una parada de guagua , tres de la tarde , Lola en pleno  Agosto. El Sol tropical se ensaña sobre todo lo que radia en su bochornosa emisión , sombrillas , sombreros y la escasa sombra de arboles enclenques no bastan para que el calor cobre a sus víctimas el último reducto del escaso honor que aún subsiste 

Me seco el copioso sudor de mi faz con el saturado e ineficaz pañuelo, no comparto la poca sombra que queda, prefiero acompañar con estoicismo mi soledad con el sol abrazador que con ese grupo que se agolpa amenazador como aves de rapiña para tomar la escasa sombra de un raquítico arbusto como parte de un botín de cacería
Me despierta de mi anestésico adormecimiento por los más de 40 grados una música que se acerca a la misma velocidad que su volumen, primero no diviso de donde viene , solo que es degradante y estridente y que se aproxima al compas de tres jóvenes, con pelados extravagantes , pantalones estrechos y a media pantorrilla , pullovers con grandes rótulos dorados y/o plateados, gorras a reversa y con un paso amenazador que tratan de evidenciar con él y sus guturales e inentendibles bramidos que son los dueños absolutos de la calle
No sé de dónde viene ese sonido que según se acerca se aleja más de lo que pensé era música, los tres jóvenes se detienen frente a mí , miran hacia la dirección de donde debe venir la guagua y pienso:
¿Tomaran esos personajes la misma ruta que yo? – de seguro, por aquí pasan solo dos y van hacia el mismo destino ,pero ¿ de dónde viene ese ruido?
Entonces uno de ellos toma un móvil , lo manipula y el sonido se detiene, alivio para mis sentidos , pero es solo unos instantes , el sonido toma de nuevo fuerza en un repetitivo y degradante compas , el personaje se guarda el móvil en el bolsillo y se descuelga una mochila , mete su mano dentro y el volumen aumenta considerablemente .
¡Eureka! Al fin me percato de donde sale ese sonido y quien lo administra, un speaker gobernado por Bluetooth que está sumergido en esa mochila que la toman los susodichos para transportar ruidos 
A pesar de ser un neófito a los ritmos modernos , me doy cuenta que no es reggaetón 
-¿El reggaetón pasó de moda? Me pregunto 
Lo que tanto ansié durante años se vuelve en mi contra como el acido que nos devuelve una mala digestión 
- ¿ Y ahora qué es eso que lastima mis oídos? Aunque sale de mi boca como una impronta de aversión se que no es escuchado , varias fuentes de ruidos presidida desde esa mochila , hace de seguro que parezca un personaje de cine mudo .
Un muchachón ,se acerca y se coloca a mi lado , irritado y desconfiado mi primera impresión es de desconfianza , me quiere arrebatar el espacio de mi tortura bajo el sol , lo diviso mejor y lo detallo : vestido urbanamente , pelado normal con una mochila que por su aspecto no tiene speaker , imagino repleta de libros , por su aspecto viene de una facultad cercana 
No sé si por inteligencia o porque logró escuchar mi lastimosa y silente pregunta se dirige a mí y dice:
-Señor... (esa palabra arcaica y olvidada por la acción de un usurpador y resentido compañerismo me sorprende) 
- No se moleste ni se extrañe – se vuelve a dirigir a mi ante mi perplejidad inicial-eso es una nueva moda , speaker en las mochilas emitiendo reparterismo barato
-¿Reparterismo? Le pregunto ¿ qué cosa es eso?
- una mutación mas del virus que ha a tacado la música hace algunas décadas .y los que oyen, bailan se comportan como esos que está viendo y se llaman “ Repas”
- Pero eso no es música ¿ o si?
- nadie a dicho eso pero, como hay que darle una clasificación , aunque merezca mantenerse desclasificada, la llaman así
- Y esos personajes ¿ Repas me dijiste no? A que se dedican 
- a nada y a todo son como especia de una tribu urbana, que se dedican entre otras cosas a hacer mucho ruido , envalentonarse cuando están en grupos y tomar ron barato , nada serio 
- Pero es serio lo que me dices 
- Es verdad pero lo que hace la mayoría es lo que es normal, fíjese usted y yo somos unos anormales que estamos bajo ese sol esperando una guagua y…. ¿ donde está la mayoría?
Vuelvo la vista y observo a esa muchedumbre mezclada con la escasa sombra que comparten no sin estar atentos ante el desliz de alguien para tomar un mejor lugar para protegerse del ardiente sol.
Vuelvo la vista y ya no encuentro al joven ,ha llegado una guagua y él y los repas con agilidad felina la han tomado en un abrir y cerrar de ojos , aun estoy a tiempo de tomarla aunque está abarrotada de seguro quepo ,,, pero …No estoy apto para más calor , abarrotamiento agresivo y mis oídos menos aun para soportar esos repas que se han montado.

Mejor me quedo con mi Indio. 

Editado por mi.               

sábado, 14 de abril de 2018

Para un desconocido Don Henley que habita mis sueños hace 40 años.

Son las 5 de la mañana, menos mal que es Sábado y podré dormir mejor esta próxima noche, asi me consuelo.
 Pero lo cierto es que  me encuentro eufórica, con deseos sorprendentes de cantar y bailar , mis músculos no se resisten,  ya no están agarrotados  y  mi mente  quinceañera  rechaza el reflejo certero de ese rostro ajeno a mi , que muestra a toda costa el amargado espejo de esta sobria habitación, de esta fría habitación,...que no es la mía.
Pero qué sabrá el de mi? Qué sabe el de mis avatares ? Qué sabrá de mis miedos y mis dudas?

Nada. No sabe nada.

Y entonces espero impaciente a que amanezca, para poder refugiarme en mi  rincón confiable y secreto  donde descargo mis emociones , cotidianidad  y aburrimiento. 
Ahora casi prefiero aguardar hasta que pase la tempestad y deje mejor tiempo ...ya fuí catalogada una vez de apasionada y no resultó gratificante. No, no lo fue.
Ya sé, ya sé que te he abandonado por siglos, Rincón de mis encuentros más íntimos, mi eterno confidente , mi leal compañero. Pero hoy recurro a tí para liberar esta maldita sensación de tiempo perdido. Se que me comprendes.
Espero me perdones como también  espero de tí  ese perdón mi querido Don Henley.
Y es que soy como quien ha disfrutado un intenso romance de una noche  sin conocer el nombre del  amado. Lo  que a todos nos parece un viejo chiste , pero convertido en triste realidad.
Es por ello que te escribo desde mis catorce años , desde mis quince años . Cuando bailaba con tu voz imaginándome un rostro,  unos fuertes brazos y un cálido aliento. Bastaba con tan poco.
Cuando aún te esperaba pensando que llegarías justo en el momento del clímax de la fiesta. 
Para entonces y al borde del  desespero ,  aceptabamos ya impacientes al primer valiente en cruzar  la barrera femenina destilando feromonas. Consciente que estarías  ocupado en asuntos  menos triviales  e inalcanzables para los simples mortales.
Por suerte con el tiempo me cansé de tu indiferencia y fui creciendo más en espíritu que en tamaño, pero al final crecí ,que no es poco.
Algo guiada  por la línea de la vida, entre fatales desencuentros y dulces 
tropezones ; algunos aciertos y dolorosas despedidas. Cada vez más distantes los dos.
Tú mirando al Norte ; viviendo al  limite. Yo haciendo cuanto estaba a mi alcance .
Lo cierto es que  pasaron los años y en un video de plastico te conocí allá por los noventa y nueve. Un poco tarde no?
Y estabas ahí, mírate!!!,  con tus cuarenta y tantos  and look at you!!! Tan seguro y no se yo porque aún te amaba y si de veras merecías mi constancia de tantos años  sin sacrificio alguno de ambas partes.
Y llegaron los reproches de como te perdiste tantos veranos? Y donde estuve yo tantos inviernos ? 
 Fue un paralelismo lleno de  perpendiculares? Definitivamente ...creo que sí.
Y ahora respóndeme Don Henley,  porque  hasta hoy no conocía tu nombre y  hoy lo puedo gritar, de hecho quiero gritarlo , pero aún me cuesta.
Y cuando caímos en este abismo que nos devoró décadas y  aportó  pecas ,canas, arrugas y  esta jodida experiencia sin sabiduría...la misma que avisa que atrás quedó perdida la inocencia. 
Así que me cubro de valor y lleno mi copa de blanco vino y te invito a que sigas acompañando mi soledad , pero no  me vuelvas a abandonar.  
A  cambio solo te pido;

Perdóname por no asistir a tus conciertos. De hecho a ninguno.
Perdóname por no haber reconocido tus ojos en otros ojos.
Perdóname por haberme perdido tu sonrisa en otra sonrisa.
Perdóname por no saber más , perdóname de mi ignorancia por la música. 
Y perdóname sobre todo por no conocer tu nombre.

Después del perdón , que me queda?
Me queda conformarme con escucharte y sentirte, con hacer realidad una vez más la máquina del tiempo y subirme a ella.  
Y entonces dormirme con tu música y soñar y soñar y volver a soñar hasta que podamos encontrarnos quizás en una de estas noches.