-¿Y de
qué escribiré ese día?
Me
preguntaba a medida que se acercaba el primer año de la publicación de este
rinconcillo mío, sumergido en esta gran constelación que es Internet.
Es cierto
que un 22 de Marzo nació mi tía Omaira, "la cara más bonita de la familia
Genó" en su época. Décima hija de una cadena de trece hermanos, en la que
mi madre figuraba como la cuarta debutante y primera de su sexo. Razones de
sobra para que cambiara temprano su muñeca preferida , por un banquillo de
madera, que le aseguraría llegar con más precisión a los platos y casuelas
sucias de tan larga prole.
A pesar
de todo, recuerdo a Ondina, digna capricorniana , nacida justo con el año
nuevo; casi siempre felíz. Fue ella quién se ocupó de mi tía durante su
preñez . Fue quien le procuró los padrinos a la niña, y por supuesto
¿quién serían si no mi padre y mi hermana?
La
niña fue creciendo rodeada de cariño y mimos que el tiempo obsequió con
un papá maravilloso y un hermano travieso. Resultó ser la
nieta preferida, la sobrina-hija añorada y una prima protectora que me colmó de
momentos felices mi tierna adolescencia.
Entonces
le llegó el turno a mi tía Odila, la "benjamina" . A pesar del esmero
de mi abuela , de tantas escuelas de monjas, clases de mecanografía y de corte
y costura. Pues, nada ,la mujer se enamoró de un "mulato" tabaquero.
Otra vez mi madre, envuelta en el medio de una boda oculta, donde los presentes no pasarían de cuatro.
Otra vez mi madre, envuelta en el medio de una boda oculta, donde los presentes no pasarían de cuatro.
Nueve
meses más tarde...
-Ondina
, ve al hospital y dinos si la niña salió negrita.
Así
insistía mi abuela Dominga.
De lo
siguiente si me acuerdo, porque para entonces mi memoria despertaba.
Se trata
de las visitas al "cuartico" feliz y con olor a limpio y a creolina
en el que vivía mi tía con su alegre tabaquero. La niña , que para suerte de
mis abuelos parecía bien clarita, heredaba parte de mis atuendos , y digo parte
, porque algunos ya merecían mayor uso o "más candela". Recordar que
corrían años de modistas, modelitos de cuquitas y cupones de
racionamiento.
Mi tío
Carlos tenía una sonrisa franca y llana, me guardaba las "pasitas"
que le tocaban en la bodega para incentivar mis visitas y siempre, siempre nos
hacía un rico batido de cualquier cosa. Con ello creo que se aseguraba que
jamás lo olvidaría.
Pero la
historia no paró ahí. Lo cautivante fue que con el tiempo este buen hombre
logró que mis abuelos lo amaran y confiaran en él como un hijo
más. Nada , detalles positivos de los "Genó".
Hasta
llegó a "ganarse" un apartamento en Alamar, donde mi tía Odila
y sus dos hijas fueron las mujeres más dichosas que conocí, hasta que un día su
contagiosa sonrisa se apagó para siempre entre las sábanas blancas de un
hospital y la compañia de mi madrina.
"Nuestro nido"
"Nuestro nido"
Mi madre
adoró a mi padre desde que eran unos críos . Crecidos en el mismo pueblo, al
cual dijo adiós un día con una niña en los brazos y rumbo a "La
Habana" , donde partió a labrarse una vida, junto al hombre que amaba.
Orgullosa
de su marido y "enamorada" de sus hijos.
-Los
cuatro se parecen a su padre.
Aseguraba
presuntuosa, mientras enfatizaba,
-Pero
Rolando tiene el carácter mio.
Y razón
no le faltaba, mi hermano mayor era alegre, cariñoso, familiar y trabajador.
Robusto como una Ceiba y melancólico cual Sauce Llorón.
Robusto como una Ceiba y melancólico cual Sauce Llorón.
En la
mente lo percibo en la playa con mis sobrinos y en la cocina lo huelo de
"casuelero" como el Chef de los Espaguetis .
Discutiendo
con mi padre de cualquier tema o por hasta por pagar la cuenta en
un restaurante campestre. Harto ya de comer carne de puerco, dulce de
guayaba y beber cerveza con "sopa de tomate".
Otras
tantas veces ,"fugarse" de su mujer y sus hijos para refugiarse en
casa y pedirle a mima.
-Vieja,
hazme una tortilla de papas como solo tú sabes hacer.
Entonces,
ponía su viejo long play de "Los Zafiros", se tumbaba en el butacón
de la sala y luego, silenciosamente marchaba.
También
recuerdo aquellos días amargos del 75 cuando mi madre sabía a su hijo entre el
fuego de Angola. La carta soldadesca que le envié jurándole fidelidad
a mi patria y mi encomiable destino como " joven comunista".
Rememoro
después su llegada , los pullovers rojos con la imagen de Agostino Neto que no
tardamos en estrenar en la mejor salida de entonces. Porque en esos años,
la felicidad tenia el claro color de la sencillez.
A saber
como te las arreglaste para traernos intactos desde Baracoa aquellos
legendarios cucuruchos de coco .
Me
regalaste mi primer par de "popis" blancos que me acompañaban día a
día en mi camino a la Cujae, también aquellas
camisetas provocativas ,que más tarde descubrimos que eran de
Play Boy.
...Luego,
luego no se bien que nos pasó.
Creo que
nunca te llegué a contar que en el 2006 cuando llegué a Nueva Delhi, me recibió
un viejo compañero tuyo y me dijo;
-! Eres la hermana de
Rolando Escandell! Te ví una vez de niña , pero no hay dudas
, te le pareces mucho.
Hoy , a
casi una semana de tu desaparición , justo un 22 de Marzo, es que comienzo a
razonar tu pérdida.
Si algo
bueno tiene la distancia es que solo mantiene vivo el sabor aquel que
nuestro cerebro, estado mayor y puesto de mando de todas nuestras
acciones, nos permite atesorar.
Ahora,
ahora solo me dejas este dolor invisible que no me quiere salir del
pecho.
Pero aún me quedan " Los Zafiros".
Entonces ya te imagino andando por esa Habana tan tuya, ...tan nuestra.
Ay Xiomy chica que dolor tan grande!
ResponderEliminarCuando te leo es como si estuviera viviendo un pedacito de mi misma o de la familia o de la historia del vecino o de la avida de un amigo.
Cuanto uno puede penar asi tan fuerte!
Lo siento mucho y te envio un abrazo bien grande y bien cubano.
P.S.Yo conoci a uno de los Zafiros, mientras andaba borracho, descalzo y enfermo por las calles de Lawton, y veia a mi abuelo como sufria de verlo asi, y me decia "uno de los grandes....ahi va..."
Un abrazo
Hola Fermina.
ResponderEliminarEs una pena que no nos hayamos conocido estando en Cuba.
Tu Blog es precioso.Muy trabajado.
Gracias
Apartando tu dolor , mi opinión es que eres muy buena con la pluma .
ResponderEliminarHola, Xiomy, estoy visitando blogs que aparecen como seguidores de otros blogs amigos. De los que visité, éste me pareció muy bueno, voy a quedarme por aquí como seguidor, si me permites.
ResponderEliminarSi tienes ganas (sólo si tienes ganas), te invito a pasar por el mío.
Un saludo desde Argentina.
Humberto.
www.humbertodib.blogspot.com
Hola, Humberto, me da mucho gusto tenerte por acá. Gracias por tus elogios y por ahora te dejo, pues me voy a visitar tu blog.
ResponderEliminarmuy bun trabajo,con todo mi respecto
ResponderEliminaresta bien bonito todo lo que escribiste aqui en el blog y una vez mas rompi a llorar como un nino ,quien mas puede sufrir este dolor estando en la posicion de un hijo que lo amo y lo tiene en su corazon para siempre y desde ese dia que su espiritu dejo su cuerpo para irse a una dimension desconocida para los vivos senti en mi interior que mi vida cambio para siempre a pesar que estoy claro que la muerte no es mas que el lado opuesto de la vida y que todos debemos pasar por la misma puerta tarde o temprano ,y la cancion de los zafiros me trajo muchos recuerdos porque se que le gustaba te quiere tu sobrino livan
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